Alexánder Jálifman - Jonathan Speelman
Múnich (Alemania), 1992
Juegan las negras
El cálculo implica cierta cadencia de amenazas y defensas. Yo amenazo su torre, él la defiende. Yo doy jaque al rey, él lo mueve. Yo atrapo su alfil, él intenta sacarlo de la red. En todas las ocasiones, el jugador que tiene la iniciativa es quien realiza las amenazas, y el rival quien responde a ellas. Esto es lo que hace que el análisis sea fácil: una cadencia fiable y cómoda.
Pero supongamos que amenazamos algo y nuestro rival contesta con un movimiento que no sólo sirve para defenderse contra la amenaza, sino que realiza una amenaza, o es una amenaza en sí mismo. De repente, se detiene nuestra secuencia forzada. Ahora es él quien fuerza la situación.
El último movimiento de las blancas, 1 Dd4, ofrece a las negras entrar en un final malo para ellas, que por supuesto rechazan. Sin embargo, deberían haber hincado los codos antes de jugar...