Mijaíl Botvínnik - José Raúl Capablanca
AVRO (Paises Bajos), 1938
Juegan las blancas
Una de las joyas del cálculo más conocidas de la historia del ajedrez es una combinación realizada por un entonces futuro campeón del mundo, Mijaíl Botvínnik, frente a un antiguo campeón, José Raúl Capablanca.
Botvínnik comienza una combinación de doce jugadas: 1 Aa3! Dxa3 2 Ch5+! gxh5 3 Dg5+ Rf8 4 Dxf6+ Rg8 5 e7! A punto de recibir un mate imparable, las negras se quedan sin jaques tras 5 ... Dc1+ 6 Rf2 Dc2+ 7 Rg3 Dd3+ 8 Rh4 De4+ 9 Rxh5 De2+ 10 Rh4 De4+ 11 g4! De1+ 12 Rh5, abandonan.
Pero no fue hasta cuarenta años más tarde cuando Botvínnik reveló que no había previsto doce jugadas.
“Debo admitir que no podía calcularlo todo hasta el final, así que lo hice en dos fases”, escribió. Primero vio hasta 5 e7 y descubrió que las negras nunca conseguirían nada más que un jaque continuo. Eso significaba que podía jugar sin problemas la primera etapa -hasta 6 Rf2- sin arriesgarse a perder. Una vez que se llegó a esa posición sobre el tablero, pudo encontrar el método para que el rey blanco escapara de los jaques.