Nigel Short - Jeroen Piket
Wijk aan Zee, 1990
Juegan las blancas
No existe un remedio fácil para este mal, excepto recordarnos periódicamente que hay (por lo menos) dos alas en el tablero. En el último ejemplo las blancas perdieron la “vista mental” del alfil de ‘f5’ porque se concentraron en el flanco de dama.
Un error parecido consiste en olvidar que nuestras propias piezas pueden ir de un flanco a otro.
Las negras acaban de capturar en ‘a2’, en lo que se perfila como una tradicional batalla de ataques en los dos flancos. ¿Quién irrumpirá antes? ¿Las blancas en el flanco de rey o las negras en el flanco de dama?
La respuesta debería ser “¡las blancas en el flanco de dama!” Las blancas jugaron la lógica y coherente 1 Txh7??, y sólo pudieron hacer tablas tras 1 ... Ac6 2 De2 Txb3!
Más tarde, un gran maestro que asistía como espectador preguntó a Short por qué no había jugado 1 g6, y éste contestó que rechazó el movimiento porque el caballo negro defiende la casilla ‘h6’, y por eso 1 ... hxg6 2 Th8+ Rg7 resulta aceptable para las negras (3 Dh6+?? Cxh6).
“No, no”, dijo el espectador. La razón más importante para jugar 1 g6 es amenazar 2 Ta5!, que atrapa la dama. (Las negras están perdidas después de 1 g6, aunque jueguen 1 ... Aa4 2 Dd4 o 1 ... Txb3 2 Dd4.)