Mijaíl Tal - Tigrán Petrosián
Curazao (Pequeñas Antillas), 1962
Juegan las blancas
Si bien en estas páginas nos estamos concentrando en movimientos forzados que nos proporcionan ventaja, debemos estar atentos a lo que puede hacer el otro bando: anticiparnos a las ideas del rival y a sus variantes. A esto lo llamamos cálculo defensivo.
Se trata de una habilidad más difícil de lo que podríamos imaginar, por la simple razón de que el hecho de ser buenos jugadores de ataque no significa que no vayamos a pasar por alto los golpes tácticos más simples cuando la partida se vuelve en nuestra contra.
Aquí, Mijaíl Tal, en aquel momento el mejor calculador del mundo, estaba intentando defender su débil flanco de dama y reducir el poder de los terribles alfiles enemigos. Pensó que la mejor manera de proteger los peones de este flanco -además de poder afrontar 1...Axf3 2 Dxf3 d3, que ataca la torre de ‘a1’- era mediante: