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Robert Huebner - Tigrán Petrosian

Biel, 1976

Juegan las blancas


La diferencia entre los movimientos que fuerzan la posición y los que no la fuerzan ha sido ilustrada por algunos notables ejemplos del juego de los grandes maestros:

El jugador que ganara esta partida llegaría, casi con total seguridad, a los encuentros eliminatorios por el Campeonato del Mundo, y el perdedor no. A Huebner le quedaban cinco minutos para realizar cuatro movimientos y pasar el control de tiempo. También contaba con dos bonitos peones de ventaja; pero, lo que es más importante, tenía ataque de mate.

La búsqueda, por parte de las blancas, de los movimientos candidatos, es relativamente sencilla, puesto que tienen sólo algunos movimientos para forzar la posición (los dos jaques en ‘e8’ y la captura en ‘d3’, que fuerza en menor grado). No es especialmente difícil ver que 1 De8+! es el mejor, porque la única tarea difícil, al elegir ese movimiento, es darse cuenta de que tras 1 ... Rg7 2 Te7+ Rh6 las blancas pueden jugar 3 Df8+, porque la torre de ‘e7’ protege ‘f8’ del campo de acción de la dama negra. Después de 3 Df8 Rh5 4 Txh7 es mate.

Aparte del pequeño problema de visualización respecto a ‘f8’, esta es la clase de combinación que la mayoría de aficionados ven fácilmente. Los únicos movimientos alternativos para las negras son 1 ... Df8?? (que permite el mate en una) y 2 ... Dxe7, que cede la dama. En la posición del diagrama las blancas pueden dar mate en cuatro.

Pero Huebner no lo vio. Reacio a apartar la dama de la defensa del alfil y viendo la amenaza 1 ... Ag1+ 2 Rg3 Dxf4 mate, jugó:



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